Como venimos explicando en los últimos artículos, en el Centro Mokxa diseñamos espacios adecuados para llevar a cabo una psicoterapia asistida con psicodélicos (PAP). La PAP puede definirse como un proceso terapéutico que se compone de, además de la propia sesión donde se consumen psicodélicos, también de múltiples sesiones de psicoterapia preparatorias, sesiones posteriores para facilitar la integración de la experiencia, sesiones de seguimiento en los meses siguientes para valorar la eficacia a largo plazo y, en algunos casos, varias sesiones de toma con sus respectivas sesiones de preparación e integración (Okano et al., 2022). En este artículo vamos a profundizar algo más en unos conceptos que atraviesan de forma transversal este proceso: el set, el setting y el vínculo terapéutico.

Ciertamente, las sustancias psicodélicas pueden tener efectos farmacológicos beneficiosos que son independientes del contexto y la configuración o el enfoque terapéutico.

Estudios recientes sugieren que los psicodélicos afectan a la neuroplasticidad, que son potentes antiinflamatorios, que pueden alterar la conectividad funcional de manera que se producen cambios en los patrones rígidos de actividad cerebral, o que aumentan la comunicación entre regiones cerebrales que normalmente están aisladas. No obstante, la PAP pone especial énfasis en el proceso terapéutico, y en los elementos que orbitan la experiencia psicodélica, con tal de facilitar su desarrollo y extraer el máximo partido de ella.

Entre los elementos más importantes encontramos, en primer lugar, el estado mental previo a la sesión, también conocido como el “set”, el cual engloba la intención individual, las aspiraciones, los miedos, los traumas, el temperamento, la personalidad, las expectativas, las creencias, las experiencias previas y los conocimientos propios sobre los psicodélicos, sobre la psicoterapia y la psicología en general. Antes de embarcarse en la experiencia psicodélica, conviene realizar un trabajo propio y en conjunto con el terapeuta, para facilitar un estado mental adecuado, caracterizado por serenidad, confianza en el proceso y un propósito de mejora y superación. En segundo lugar, es de vital importancia preparar un espacio adecuado para la experiencia, un entorno seguro y confortable que cuente con la equipación necesaria para cubrir las necesidades básicas y favorecer la introspección, lo que se conoce como el “setting”.

Forman parte del setting la sala o el espacio físico en el que se llevará a cabo la sesión, la decoración, la música, el mobiliario (sofás, futones, mesas, alfombras…), los utensilios (antifaz, auriculares, mantas…), los terapeutas o guías y los equipos médicos y de seguridad disponibles. Los ensayos clínicos recientes han demostrado que la PAP es remarcablemente segura si se conduce en un espacio terapéutico adecuado, en el que los individuos han sido debidamente preparados para la experiencia (Guss et al., 2020).

Por último, el vínculo terapéutico es uno de los principales determinantes del set y del setting. Se trata de la relación colaborativa entre terapeuta y paciente, influenciada por el grado de acuerdo en los objetivos del tratamiento, el conjunto definido de tareas o procesos terapéuticos que se emplearán para alcanzar dichos objetivos, y la formación de un vínculo emocional positivo y de confianza (Bordin, 1994). Una alianza más sólida se asocia de manera consistente con resultados positivos en el tratamiento en una variedad de psicoterapias, según lo evidencian múltiples metaanálisis sobre el tema, con correlaciones bastante estables entre los estudios (Fluckiger, Del Re, Wampold y Horvath, 2018). En lo referente al vínculo terapéutico en la PAP, no se ha realizado una gran cantidad de investigación cuantitativa sobre cuestiones como, por ejemplo, si la calidad de la relación terapéutica influye en la calidad de la experiencia psicodélica (con una mayor probabilidad de alcanzar experiencias de tipo místico o avances a nivel emocional), lo cual es un buen predictor de resultados positivos en el tratamiento (Murphy et al., 2022). De hecho, cuando se les pregunta a los participantes de dichos ensayos sobre aspectos a mejorar, algunos mencionan que los terapeutas de los ensayos clínicos no son sus terapeutas habituales. Por tanto, se ven obligados y obligadas a relatar de nuevo su historia de vida a una persona hasta el momento desconocida para que le acompañe adecuadamente durante la sesión experimental (Breeksema et al., 2024). La calidad del vínculo terapéutico en estos casos puede ser más bien baja, en comparación con el vínculo previamente  establecido con el/la terapeuta de referencia.

En un artículo recientemente publicado (Carhart-Harris et al., 2021), en el que individuos con trastorno depresivo mayor recibieron dos sesiones de tratamiento con psilocibina (comparando su eficacia frente a otro grupo que recibió escitalopram diario durante 6 semanas) se utilizó la Escala de Evaluación de Relación Terapéutica (STAR-P), para evaluar la alianza terapéutica a lo largo del estudio, y así poder valorar como medida secundaria la influencia que ésta tenía en la reducción de la sintomatología depresiva. Los resultados del estudio indican que un vínculo terapéutico sólido predice mayores avances emocionales y una mayor probabilidad de tener una experiencia de tipo mística, lo que a su vez encamina a la persona hacia resultados clínicos positivos.

Aunque se están haciendo pequeños pasos para confirmar que existe una correlación positiva entre elementos como el set, el setting y el vínculo terapéutico y la calidad de la experiencia psicodélica (Borkel et al., 2024) , a nivel informal, entre grupos en los que el uso de psicodélicos es algo común, son bien conocidos los términos del set y el setting como elementos clave para favorecer un “buen viaje”, y no recomiendan embarcarse en la experiencia si éstos no han sido debidamente preparados con antelación.

Asimismo, contar con un lugar seguro y cómodo, encontrarse en el estado mental adecuado, y acompañado de personas de confianza, parecen ser la fórmula básica para una experiencia positiva, de la cual poder extraer nuevos insights, motivaciones y conductas, e incorporarlas a nuestra vida diaria tras un adecuado proceso de integración. Es por ello que en el Centro Mokxa prestamos especial atención a estos factores, asegurándonos que la persona, el entorno y las relaciones están alineados para alcanzar un mayor bienestar y plenitud.

BIBLIOGRAFÍA

• Bordin, E. S. (1994). Theory and research on the therapeutic working alliance: New directions. In A. O. Horvath & L. S. Greenberg (Eds.), The working alliance: Theory, research, and practice (pp. 13–37). John Wiley & Sons.

• Borkel, L. F., Rojas-Hernández, J., Henríquez-Hernández, L. A., Santana Del Pino, Á., & Quintana-Hernández, D. J. (2024). Set and setting predict psychopathology, wellbeing and meaningfulness of psychedelic experiences: a correlational study. Expert review of clinical pharmacology, 17(2), 165–176. https://doi.org/10.1080/17512433.2023.2295997

• Breeksema, J. J., Niemeijer, A., Krediet, E., Karsten, T., Kamphuis, J., Vermetten, E., van den Brink, W., & Schoevers, R. (2024). Patient perspectives and experiences with psilocybin treatment for treatment-resistant depression: a qualitative study. Scientific reports, 14(1), 2929. https://doi.org/10.1038/s41598-024-53188-9

• Carhart-Harris, R., Giribaldi, B., Watts, R., Baker-Jones, M., Murphy-Beiner, A., Murphy, R., Martell, J., Blemings, A., Erritzoe, D., & Nutt, D. J. (2021). Trial of psilocybin versus escitalopram for depression. New England Journal of Medicine, 384(15), 1402–1411. https://doi.org/10.1056/nejmoa2032994

• Flückiger, C., Del Re, A. C., Wampold, B. E., & Horvath, A. O. (2018). The alliance in adult psychotherapy: A meta-analytic synthesis. Psychotherapy, 55(4), 316–340. https://doi.org/10.1037/pst0000172

• Guss, J., Krause, R., & Sloshower, J. (2020). The Yale Manual for Psilocybin-Assisted Therapy of Depression (Using Acceptance and Commitment Therapy as a Therapeutic Frame). https://doi.org/10.31234/osf.io/u6v9y